enero 10, 2007

Una de perfumes


Han pasado las fiestas y con ellas las oleadas de publicidad correspondientes.
Por un momento trasládese una semana atrás y piense en la televisión.
¿Ya está? Ahora le propongo un test muy simple. Se trata de descubrir una publicidad de TV. Se la describiré brevemente y usted tendrá que acertar con la marca.

Imagine un escenario surrealista, agua, sedas, colores, tal vez alguna fruta y música chill-out. Incluya una mujer glamorosa y de facciones un tanto exóticas que camina arrastrándose y de pronto parece que flotara en el aire o en el agua y mira a la cámara con ojos sugerentes. Ahora añada un hombre joven, viril, aspecto de duro (¡tanto como sus abdominales!), en un acercamiento sutil y sensual a la joven. Finalmente aparece un frasco de perfume de formas artísticas con un nombre ilegible, rematado por una voz muy suave de mujer que nos repite ese nombre, de manera también inteligible, porque lo hace en una especie de inglés o francés o las dos cosas y muy rápido. Fin.

¿Ya tiene la marca? ¿Dior, Givenchy, DKNY, Lancome, Cacharel, Armani, Loewe, Ralph Laurent, Paloma Picasso, etc, etc…?

Apuesto a que se encuentra un poco confundido ¿no?
No se preocupe, creo que nos pasa a todos, aún a los que vemos y analizamos la publicidad con cierto sesgo profesional.
He aquí la cuestión. Supuestamente una publicidad de este tipo debe tener la fuerza y la diferenciación suficiente para lograr que usted la recuerde, sin embargo…

¿Qué pasa entonces?
Tengo algunas teorías. Una de ellas es que con frecuencia los creativos de las agencias de publicidad se miran el ombligo y crean para ellos mismos, a su gusto, imagen y semejanza o para ganar premios. No obstante eso no sería un problema si no contaran con la complicidad (involuntaria por cierto) de los responsables de marketing de las empresas, que también se dejan embelesar por la estética.
Esta teoría podría explicar el hecho de que la marca se recuerde poco o nada, pero… ¿y la otra realidad de que todas se parecen demasiado?
Existen dos posibilidades, una es que se copien entre los creativos o entre las empresas, otra es que no puedan escapar de las modas publicitarias. Tal vez haya una tercera explicación: el inconsciente colectivo de la teoría de Lacan, pero no me atrevo a meterme en esas aguas.

No cabe duda de que las producciones y la estética son muy buenas, hay muchas publicidades que da gusto verlas, pero esa no es la función de una buena publicidad. Digamos las cosas por su nombre, la publicidad está para VENDER.
La publicidad que no vende no sirve, así de claro.

A propósito, ¿qué tal las rebajas que acaban de empezar?
Pero esta ya es otra historia.

Para pensar.
Hasta pronto.

2 comentarios:

  1. Considero que no toda la publicidad esta para vender por ejemplo las campañas de la DGT. En mi opinion creo que las empresas de perfume buscan ``enamorar´´ al consumidor, para que una vez en la tienda el dependiente si venda el producto. Creo que se intenta que el consumidor pregunte por el producto en base al anunco... quiero el perfume en que sale una pantera persiguiendo a una mujer por ejemplo.Asi que considero que si venden pero sin que lo apreciemos a primera vista.

    Enorabuena por el blog
    Ant.Jesus de la torre

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  2. Vale, depende de como definamos "vender". En última instancia la DGT está vendiendo una idea. O una empresa que hace publicidad institucional no vende un producto en concreto pero sí una imagen.
    Respecto a lo de "la pantera", o similar (que por cierto en este ejemplo que pones me parecen unas imágenes e impacto excelentes) coincido contigo en que mientras las imágenes sean pregnantes y luego el vendedor nos ayude a definir la marca se ha conseguido bastante, pero...¿no sería mejor si además recuerdo y asocio claramente la marca? Recuerdo una publicidad de agua Perrier donde se enfrentan una mujer y un león en plena sabana africana corriendo uno hacia otro y terminan los dos cara a cara frente a una botella del agua, ambos rugen... y el león sale corriendo. En el momento de máxima tensión, la marca estaba presente de forma potente. La recordación de marca fue altísima (fue parte de un estudio científico que trataba de definir en qué momento debía aparecer la marca para lograr máxima recordación).
    Ya ves, tema más que interesante y con mucha tela para cortar.
    ¡Muchas gracias por participar con tu opinión! Espero seguir contando contigo.
    Luis Roldán

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