septiembre 03, 2010

Del tiempo para pensar

A raiz de mi último post, Javier me escribió un correo en el que plantea una idea interesante. Lo transcribo textualmente.

"Gracias Luis por esta reflexión,

Y si te digo, que es verdad es esas pequeñas señales, el día a día no nos deja verlas, es por ello que para poder darme cuenta, de unos años aquí, he tomado una decisión que personalmente me ha venido muy bien. Esto es trabajar en Agosto y coger las vacaciones otro mes distinto. Te preguntarás que que tiene que ver, pues bien, me gusta trabajar en Agosto por que es un mes en el que ese dichoso día a día no es tan acelerado como el resto del año, por lo que tengo más tiempo para realizar mis funciones reales, que son PENSAR en la estrategia que quiero seguir, y pensando y analizando datos (que otros meses no puedo por falta de tiempo), me surgen muchas señales que indican este tema.


Eso si, todos los directivos al mes de septiembre le temen como a un nublado, ya que es el mes que más se les exige.


Bueno es solo una reflexión más, que como sabes me gusta compartir contigo.

Un abrazo y gracias de nuevo.

¡Gracias a tí Javier!

septiembre 01, 2010

El valor del céntimo o el "Carlómetro"

Una vez más, como suelo hacer un par de mañanas a la semana, fui a la cafetería de Juan Carlos a por mi desayuno. A pesar del lío que tiene a esa hora siempre entablamos alguna breve conversación y días pasados me dijo:
“Anoche cerré la caja y preparé toda la “calderilla” en una bolsita para llevarla hoy al banco, mira – me dijo señalando la caja abierta – ya está de nuevo llena de monedas pequeñas. Esto me está ocurriendo desde hace unos meses, porque antes…”


Rápidamente, mi querido lector, habrá adivinado la razón de esa abundancia de calderilla.

No es mi intención hablar de la crisis económica, ya bastante hay por ahí, pero sí hacer una reflexión sobre este “Carlómetro”… (por lo de Juan Carlos, claro) o mejor dos reflexiones.

La primera es sobre un valor olvidado, el de la austeridad. Tal vez, viendo el lado positivo de las cosas, esta crisis nos sirva para valorar el céntimo. Esto es, gastar en relación a la propia realidad, al entorno y al futuro, sin fantasías ni falsos paraísos económicos.

Llevado a la empresa, tal vez valga para ajustar los números, pero ojalá que no sean ajustes sólo circunstanciales, sino de fondo, estructurales. O dicho de otra forma, mirando al futuro.

La segunda es sobre la importancia de estar atento a las señales, aun aquellas que puedan parecer poco relevantes. ¡Cuidado! El mercado nos está enviando continuamente esos “indicadores” de lo que está pasando y a menudo, metidos en el fragor de la "lucha diaria", no los percibimos.

¿Tenemos en la empresa los radares apropiados para captar estas señales? Y es más, si las captamos... ¿tenemos preparado el “equipo” para descifrarlas, estudiarlas y reaccionar con anticipación frente a ellas?

Para pensar.

Hasta pronto.